"Soy una mujer vaga, gandula, desganada, perezosa, holgazana, latente pero reptante, un piojo, una pulga, un parásito en fin y suma... ¿He dicho ya que soy una mujer vaga? Bien, no buscaré más sinónimos que definan la esencia de mi persona, porque odio hacer esfuerzos y todo para mí supone un esfuerzo en sí. Diré, para no engañar a nadie, que mi aspecto es el fruto de años y años no haciendo nada por mi aspecto, aunque, si he de ser sincera, esto es más bien una hipérbole, el deseo que todavía no he podido cumplir, ya que para mi desventura no nací vegetal.
Adoro las plantas y las envidio. Ellas todo lo saben, pues no tienen necesidad de saber; a lo sumo tienen necesidad de sobrevivir, pero el aprendizaje necesario para ello ya les es dado desde su nacimiento, es la herencia que generosas se pasan de generación en generación, contribuyendo cada una de ellas en una milmillonésima parte a la mejora de la especie. Como ellas, durante largo tiempo, me dediqué a no esforzarme con el único anhelo de echar raíces en mi sofá, mas como sola me viera ante las inclemencias del tiempo –sean éstas familia, trabajo, religión, ideología, vida social–, empeñeme en ser planta fuerte nutriéndome de otros que como yo aspiraban a formar parte del mundo vegetal, y así fue que de mis débiles raíces fue naciendo un no menos débil tronco, que de manera imperceptible iba engrosándose con el pasar de los meses y los años. Del pequeño tronco nacieron pequeñas ramas que alumbraron pequeñas hojas que me prometían una discreta felicidad. Mas, como mi naturaleza primera fuera humana y ésta no es discreta sino soberbia e imprudente, mi nuevo y deseado estado no me vino a conformar y así, cuando yo creía que solas mis ramas crecían, comencé a estirarme a lo alto y ancho, pero más a lo ancho por mi sedentarismo, tratando... Sí... Esforzándome por abarcar un mayor espacio del que como vegetal me estaba destinado disfrutar. Y he aquí que ahora descubro que mis ramas están dando frutos, pero os advierto, no los comáis, porque todos ellos están podridos."
Adoro las plantas y las envidio. Ellas todo lo saben, pues no tienen necesidad de saber; a lo sumo tienen necesidad de sobrevivir, pero el aprendizaje necesario para ello ya les es dado desde su nacimiento, es la herencia que generosas se pasan de generación en generación, contribuyendo cada una de ellas en una milmillonésima parte a la mejora de la especie. Como ellas, durante largo tiempo, me dediqué a no esforzarme con el único anhelo de echar raíces en mi sofá, mas como sola me viera ante las inclemencias del tiempo –sean éstas familia, trabajo, religión, ideología, vida social–, empeñeme en ser planta fuerte nutriéndome de otros que como yo aspiraban a formar parte del mundo vegetal, y así fue que de mis débiles raíces fue naciendo un no menos débil tronco, que de manera imperceptible iba engrosándose con el pasar de los meses y los años. Del pequeño tronco nacieron pequeñas ramas que alumbraron pequeñas hojas que me prometían una discreta felicidad. Mas, como mi naturaleza primera fuera humana y ésta no es discreta sino soberbia e imprudente, mi nuevo y deseado estado no me vino a conformar y así, cuando yo creía que solas mis ramas crecían, comencé a estirarme a lo alto y ancho, pero más a lo ancho por mi sedentarismo, tratando... Sí... Esforzándome por abarcar un mayor espacio del que como vegetal me estaba destinado disfrutar. Y he aquí que ahora descubro que mis ramas están dando frutos, pero os advierto, no los comáis, porque todos ellos están podridos."
Carminera. Del blog "La república de los sentidos"
!! Vaya un retratito¡¡
ResponderEliminarLuego dice Deme, que publiquemos "nuestro" autoretrato.Claro que despues de ver este tan
ResponderEliminarpeculiar, seguro que me atrevera.
Hola Deme, acabo de leer tu autoretrato...esa eres tú?, yo no me lo creo...vaga,holgazana,gandula,perezosa...y no sigo, pero quien en esa persona? Que seas un poquito "comodona"...bueno es posible, pero quien no? Tendrás tus momentos bajos, como todo el mundo, pero, si hay alguien que sepa lo que quiere y luche por ello, esa eres tú...y sinó mira hasta donde has llegado.Estoy segura que te gusta el texto y quizás te identifiques en algunas cosas, pero la verdad es, que poner eso como autoretrato...te has pasado tres pueblos. Con cariño y conociendote "solo un poco", rectifica pues eres una mujer luchadora y la prueba este blog. Te deseo te dé muchas alegrías, pues reo lo hizistes coon esa idea.Un besito Dolores
ResponderEliminarGracias"anonima" por tener ese concepto de mi, pero no creas que me diferencio tanto, lo que pasa que no soy tan sincera. Lo he puesto porque ne gusta ver las reaciones de la gente, y
ResponderEliminartu me quieres demasiado para creerte que soy yo.
Besitos
Hola Deme, qué genial autorretrato, yo me siento bastante identificada con él aunque las circunstancias tampoco me han dejado enraizar en el sofá. Te envío algo referente al pequeño comentario del jueves pasado en audiovisual sobre que aún hay muchas cosas que hacer:
ResponderEliminarNo detenerse.
Y cuando ya parezca
que has naufragado para siempre en los ciegos meandros de la luz,
beber aún en la desposesión oscura,
en donde sólo nace el sol radiante de la noche.
Pues también está escrito que el que sube
hacia ese sol no puede detenerse
y va de comienzo en comienzo
por comienzos que no tienen fin.
"Antecomienzo" de José Ángel Valente
Besos de Gloria
OAU!! que nivel... y ahora que pongo yo?
ResponderEliminarNo detenerse, eso es lo que hacemos todas en un momento dado, continuar...y empezar de nuevo. Ese sol radiante de la noche...puede empezar a brillar dulcemente también de día, cuestión de paciencía y fuerza de voluntad...y de eso nosotras tenemos mucho...jijiji a la fuerza "ahorcan" Un besito Dolores
Mo creo que seas tu, Deme, la del autoretrato, me has dejado desconcertada, te leo y releo
ResponderEliminary si que hay algo que tiene tu "aire" por lo menos el desafio, ¿lo has hecho por eso? No nos
emgañes.Besos.
Acabo de leer tu introducción al blog, me parece estupenda y continuando con Alfonsina Storni que tanto nos gusta a tí y a mí, te envío la primera estrofa de "VAN PASANDO MUJERES", seguro que muchas de nuestras edades se sienten identificadas:
ResponderEliminar"Cada día que pasa, más dueña de mí misma,
sobre mí misma cierro mi mirada interior;
en medio de los seres la soledad me abisma.
Ya ni domino esclavos, ni tolero señor."
Besos de Gloria.
Deme¿que pasa en el blog q no puedo entar?
ResponderEliminarPanocha.
Me dicen que este es un blog, al cual notenemos ecceso los hombres, ¿es verdad?
ResponderEliminarRicardo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRicardo: gracias por entrar en el blog.No, no esta "prohibida" la entrada a los hombres !!ojala
ResponderEliminarentreis muchos¡¡. Lo que pasa es que queremos
contar en el mismo "historias de mujeres". Pero invitamos a todos los hombres a que lo vean y
nos hangan su comentario,nos interesa.Deme
¡¡¡Que genial!!!.Eres extraordinaria.
ResponderEliminarCon mujeres como tú se arreglaba el mundo.
Que suerte he tenido de conocerte;querida compañera de pensamientos e ideales.
Que sabia eres y que " brujita".
¡¡¡Por fí he entrado en tú blog!!!.(Más vale tarde que nunca).
Un abrazo muy,muy fuerte.
Mujer independiente